En la igualdad es importante la educación cómo ya he hablado en mis otros blogs. La educación es la base de todo.
Una de las bases de la educación es el lenguaje, en nuestro caso el lenguaje inclusivo.
El Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, en 2015, publicó la “Guía para el uso no sexista del lenguaje, tratando de dar respuesta a una de las medidas previstas en el II Plan para la Igualdad del Estado. La guía es una recopilación de 120 ejemplos de guías gratuitas accesibles por Internet.
Las iniciativas y las guías no sirven de nada si no se ponen en práctica. Por esto, mi propuesta es ponerlas en práctica en mi vida, tanto en mi ámbito personal como en el profesional. Creemos que estamos en la Igualdad pero cometemos burdos, para comenzar deberían cambiar algunos de los carteles de atención al público, y que donde pone “Atención al ciudadano” debería poner “Atención a la ciudadanía”, en vez de hablar de los “Jefes” hablar de la “Jefatura”, utilizando desdoblamientos para dejar constancia del masculino y femenino, en vez de utilizar la palabra “hombre” utilizar “la persona”, “la humanidad”, “los seres humanos”, en documentos oficiales donde pone firma de “Instructor” o “Secretario” se debe añadir una barra con una a, en vez de existir “actas de información de derechos al investigado” debería poner “persona investigada”, etc.
No es tan complicado aplicar estas nuevas normas. Nos aburren con mensajes simplistas de que siempre se ha dicho así. Pero el lenguaje es una entidad viva que evoluciona cada día. Y si hemos aprendido a usar en nuestro lenguaje común palabras como hardware, software, pendrive o wasapear no puede ser tan difícil incluir el femenino que es en nuestro mismo idioma.
Por si os animáis dejo un enlace la guía mencionada del Instituto de Igualdad
